La autora expresa a través de distintos ejemplos cómo aprendemos, a lo largo de nuestra vida, que sonreir es algo indispensable, algo que la sabiduría de muchos años nos regala para hacer frente a los problemas y a la propia vida, al igual que Miguel Hernández pretende trasmitir a su hijo en el poema "Nanas de la cebolla".
Cuando ya hemos pasado por tantos problemas, cuando alcanzamos la cúspide de nuestra vida, sabemos que la sonrisa es necesaria, aunque no siempre sea de completa felicidad, como la de la Gioconda, que mezcla diversos estados de ánimo que se denotan en función de nuestro punto de vista en ese momento.
La risa-o la sonrisa- puede ser un medio de comunicación, una forma de dar fuerza a otras personas, como plasma Neruda en el poema "Tu risa" de Los versos del capitán, donde explica cuánto necesita que su amada esté feliz, que todo lo demás no importa, porque lo que merece la pena es poder tener un único motivo por el cual mostrar nuestra sonrisa.
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