lunes, 16 de febrero de 2015

Escena once de Luces De Bohemia

1.Señale y explique la organización de las ideas contenidas en el texto.

Distinguimos tres partes:

La primera comprende las siete primeras intervenciones. Se manifiesta la discusión entre personajes representativos de diferentes clases sociales en la que hacen diferentes valoraciones de la represión policial.

La segunda parte está comprendida entre las dos acotaciones, y en ella se destaca el dolor inmenso de una madre ante la muerte de su hijo, así como la reacción de Max y don Latino.

En la tercera parte, el sereno revela la muerte del preso y Max expone una extensa intervención en la que muestra su  desesperación, que va más allá de este doloroso hecho, hasta expresar la rabia que siente por la realidad histórica de España.



2. Tema y resumen:

2 a) Indique el tema del texto.

El tema principal aparece expresado al final del texto, y es la rabia que siente Max por las muertes del niño y del preso, y, en general, por la desgraciada historia de España.

2 b) Resuma el texto.

Max se encuentra en medio de una manifestación. Distintos personajes de diferentes oficios opinan sobre la oportunidad o no de la represión policial. Para los burgueses es necesario que mantengan el orden público, y para los obreros la policía simplemente defiende la propiedad de los ricos. Súbitamente un disparo alcanza a un bebé que tiene su madre en brazos y un grito desgarrador cruza el escenario. El sufrimiento de la mujer conmueve a Max, y a la vez se entera de la muerte del preso al que había conocido momentos antes, y  la noticia provoca en Max indignación e impotencia, rabia por el destino indigno de España, del que responsabiliza a los que, como don Latino, se muestran indiferentes y pusilánimes ante los abusos del poder.


3. Comentario crítico del contenido del texto.

Nos encontramos ante un fragmento perteneciente a la escena XI de la obra de Ramón María del Valle-Inclán Luces de Bohemia, el primero de los esperpentos, o subgénero dramático en los que el autor pretendía dar una visión de la realidad grotesca de la sociedad española, especialmente de la clase militar.

La acción de este fragmento transcurre en medio de una manifestación obrera  reprimida salvajemente. El movimiento obrero alcanzó su máxima expresión en la Semana Trágica de Barcelona en 1909 y la lucha obrera no dejó de manifestarse hasta provocar el fin del régimen de la Restauración y la instauración de la Dictadura del general Primo de Rivera en 1923. Las manifestaciones como la aquí representada se trataban, por lo tanto, de una realidad frecuente en las capitales españolas en 1920, año de publicación de la obra.

Se entabla un fuerte contraste entre las palabras de los personajes burgueses que defienden al principio del texto la intervención policial (el jubilado, el tabernero, el empeñista) y el dolor de la madre que ha perdido a su hijo por la brutalidad indiscriminada del uso de las armas de fuego contra la multitud indefensa. Resultan indignantes los comentarios como el de la portera (“¡Nos quejamos de vicio!), si no es que lo dice irónicamente. Peor aún es la intervención de don Latino en una situación tan dramática cuando comenta que “Hay mucho de teatro”, lo que ofende al protagonista, que le responde escuetamente “¡Imbécil!”, y luego se dirige a él como “viejo canalla”. El carácter de don Latino, insensible, egoísta y cínico es la antítesis del idealista que es Max Estrella. En realidad, son dos caras de la misma moneda, pues  los rasgos biográficos que nos suministra Valle-Inclán de ambos personajes se corresponden con Alejandro Sawa, un escritor bohemio, amigo de Valle-Inclán.

Max expresa lo absurdo de los comentarios que tiene que soportar al calificarlos como un “círculo infernal”, lo que, además es una de las muchas comparaciones que encontramos en la obra entre el paseo de Max y don Latino con el de Dante y Virgilio en la Divina Comedia.  Su dolor e impotencia aparece plásticamente expresado con la metáfora “Estoy mascando ortigas”.

Mención especial merece el tratamiento de las acotaciones, que dejan de tener función meramente práctica para destacar su valor literario. No están destinadas a servir de indicaciones orientativas para el director y los actores, sino que tienen un valor literario, más destinado al lector de la obra, puesto que lo que se escribe no lo capta el espectador de la representación. Así cuando, en lugar de decir que pasa el sereno, se fija en sus objetos representativos, a los que personifica: El farol, el chuzo, la caperuza del sereno, bajan con un trote de madreñas por la acera.
Mateo Morral
La muerte del preso que notifica el sereno se refiere a un personaje aparecido en la escena VI; es Mateo, un anarquista catalán con quien Max Estrella compartió calabozo, y en el que podemos encontrar rasgos de un personaje histórico, Mateo Morral, el terrorista que intentó acabar con la vida del rey Alfonso XIII y que acabó suicidándose antes de caer preso por mido a ser torturado. La noticia de esta muerte provoca en Max más rabia, porque siente lástima de su compañero de celda, y sobre todo porque ve hacerse realidad la Leyenda Negra que atribuye a la historia de España todo tipo de excesos de violencia, intolerancia y conformismo.

El protagonista expresa la vergüenza que siente de la actitud de los demás personajes que se muestran cómplices de los más viles represores, incluso en su desesperación muestra su orgullo de no haber nunca aplaudido al poder y su deseo de suicidarse lanzándose al vacío desde el Viaducto.

Estoy de acuerdo con la denuncia que se hace en el texto de la actitud de buena parte de la sociedad española, que se muestra ignorante e insensible ante el sufrimiento  real de los demás.
En el momento actual podemos observar  que aumenta la agitación política contra las medidas tomadas  por el gobierno que tienden a proteger a las clases privilegiadas (banqueros y políticos próximos al poder) en detrimento de las clases desprotegidas económicamente. Se ve claramente que dichas medidas incluso aumentan las diferencias sociales, lo que provoca que cada vez proliferen más las manifestaciones sociales que reclaman unas reformas que por lo menos garanticen la seguridad económica ante toda precariedad.
Actualmente, aunque no sea sistemáticamente, se siguen cometiendo abusos policiales injustificados en los que el poder se impone a la dignidad que merece una persona.
La intervención final de Max, absolutamente desesperada, la podemos compartir actualmente, al comprobar que no ha y alternativa a la situación de corrupción. La queja continuada e inútil provoca cansancio y hastío.

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